Bacalao confitado sobre lecho de hummus y verduras

Cuarto viernes de Cuaresma, y en muchas casas seguro que se mantiene la tradición de no consumir carne los viernes de Cuaresma. En casa me encargo de conservar esta tradición, aunque Javier se empeña en hacerme creer cada año que "paga a la Iglesia" para poder comer carne.

El día que mantenemos abstinencia, si o si, es el viernes santo.

El bacalao es el ingrediente estrella durante la Semana Santa, así que en el mercado local el puesto de pesca salada está repleto de buenos cortes de bacalao. Así que al ver el lomo con el que he preparado esta receta recordé el hummus que hacía no mucho comimos en un restaurante, lo compré y me puse manos a la obra. Con una simple legumbre hervida, verduritas que le den el punto crujiente y un fantástico bacalao confitado logramos un entrante fantástico.

¿No os parece una idea genial para sorprender?

Además, es un plato colorido para dar la bienvenida a la primavera.

Ingredientes (para 2 personas):

¼ de pimiento verde

1 zanahoria pequeña

1-2  rabanitos tiernos

2 piparras

Aceite de oliva virgen extra

Pimentón dulce (opcional)

Comino en grano (opcional)

     Para el bacalao confitado:

4 tacos de bacalao desalado, de unos 60 gr cada uno

Aceite de oliva virgen extra

1 diente de ajo   

     Para el hummus:

200 gr de garbanzos en seco (o 400 gr ya cocidos)

Zumo de medio limón

1 c/postre de comino en grano, machacado

1 ajo mediano

Pizca de sal

Pizca de pimentón dulce

3 c/soperas del aceite de confitar el bacalao

Preparación:

En el caso no de tener los garbanzos cocidos, empezaremos preparándolos la noche anterior. Los pondremos a remojo la noche anterior con agua templada, una pizca de bicarbonato y dejaremos que se hidraten un mínimo de 12 horas.  Los escurriremos, colocaremos una olla a presión con un poco de agua con sal y en cuanto rompa a hervir, añadiremos los garbanzos, taparemos la olla y dejaremos cocer durante 40-50 minutos. Pasado el tiempo, escurriremos y los tendremos listos para usar.

Una vez cocidos ya podremos empezar a preparar el hummus. Con la ayuda de un pasapurés, pasaremos los garbanzos, junto con el diente de ajo y las semillas de comino. Una vez bien pasado, añadiremos el zumo de limón, la pizca de sal, la pizca de pimentón dulce y reservaremos.

Nota: que no se me enfade ningún purista porqué el hummus que hoy os presento no lleva tahini, pero en esta ocasión quería potenciar el sabor del garbanzo y el bacalao. Aun así, si os gusta, podéis añadir tahini en el hummus y hacer la receta de igual forma.

En un cazo pondremos aceite de oliva junto con el diente de ajo con un golpe y le daremos temperatura. En cuanto coja algo de calor, no debe llegar a humear, añadiremos dentro los dados de bacalao y retiraremos del fuego. Dejaremos confitar los dados de bacalao durante 3 minutos ya fuera del fuego. Escurriremos encima de un papel absorbente.

Integraremos tres cucharadas soperas del aceite de confitar el bacalao al hummus. Mezclaremos y dejaremos reservado. Pelaremos la zanahoria y la cortaremos en tiras finas. Lavaremos el pimiento verde y lo cortaremos en tiras finas. Lavaremos los rabanitos y cortaremos rodajas bien finas.

A la hora de emplatar, colocaremos una base de hummus, espolvorearemos un poco de pimentón dulce y semillas de comino por encima, pondremos los dados de bacalao en el centro y colocaremos con mimo las verduras cortadas. Para terminar, colocaremos la piparra en la parte superior y regaremos con un hilo de aceite de oliva virgen extra. Como veis, si tenéis los garbanzos cocidos es un plato fácil y rápido de solventar. 

Además, ¿por qué no innovar un poco y presentar platos distintos?

Ahora ya no tenéis escusa. Deseo que os guste