Flores Manchegas

Las semanas pasan volando. Hace cuatro días que os hablábamos de los turrones y los roscones de Reyes, y por arte de magia ya estamos en plena Cuaresma.

En las paradas de salazón de los Mercados ya están repletas de bacalao, las pastelerías ya anuncian los días en que hay buñuelos, y hay algunos carteles anunciando las Monas de Pascua (para que los padrinos se vayan concienciando para rascarse el bolsillo). Lo dicho, en un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en plena Semana Santa, y este año me he propuesto acercaros algunas recetas tradicionales.

Empezamos con estas Flores Manchegas, las cuales desconocía hasta que me topé con mi manchego predilecto. La familia de mi chico es de la Mancha, y como buena amante de la cocina, me interesan las recetas típicas de allí, las recetas de familia. Fue mi suegra quien a mi vera me fue guiando y ayudando en la aventura de hacer estas ricas Flores que estoy segura no serán las últimas. Como en toda receta tradicional hay mil versiones, y todas ellas buenas. Ésta es la que os propongo yo y os aseguro que si la probáis no os defraudará. Crujiente, con un ligero sabor a anís, el punto justo de dulzor,…

¿Os gusta la primavera que inundó mi cocina?

Ingredientes (para 20 flores o 40 mini flores):

6 huevos medianos

1,5 cascarones de agua (unos 80 gr)

1 cascarón de leche (unos 55 gr)

Ralladura de naranja o limón

1 c/sopera rasa de azúcar

1 c/café de levadura química

1 c/sopera rasa de anís dulce

15 gr de aceite de oliva suave

Cáscara de media naranja en tiras

350 gr de harina

Aceite de oliva suave para freír

Cáscara de 1 naranja (opcional)

Azúcar y canela en polvo, para rebozarlas

Preparación:

Empezaremos aromatizando los 15 gr de aceite con la cáscara de naranja. Con el fuego muy bajo tostaremos la cáscara de naranja evitando que se queme. Éste paso no es imprescindible, pero ayuda a matar el sabor del aceite en el resultado final y sólo os llevará un par de minutos de elaboración y unos 8-10 minutos para que se temple.

En un bol amplio batiremos los huevos, junto con el agua, la leche, la ralladura de naranja o limón, el anís, el aceite aromatizado (sin la cáscara) y el azúcar. Batiremos el conjunto hasta que el azúcar se haya disuelto. Añadiremos la harina y la levadura y moveremos bien hasta obtener una pasta lisa sin grumos y bastante líquida (parecida a la densidad de un zumo de melocotón comercial). Taparemos la masa con un film y reservaremos durante media hora aproximadamente. Durante el reposo la masa espesará un poco, así que pasado el reposo la volveremos a batir bien. Poner la masa en un recipiente alto y estrecho, dónde el molde de las flores entre sin dificultad.

En una sartén o cacerola un poco honda poner abundante aceite. Añadir también  la ralladura de una naranja hasta tostarla para darle sabor al aceite, aunque es opcional y no va a modificar excesivamente el resultado final.

Nota: personalmente prefiero usar un aceite de oliva suave ya que aguanta mejor las altas temperaturas, pero también podéis usar un aceite vegetal específico para frituras.

Colocar el molde de las flores dentro de la sartén para que vaya cogiendo temperatura. Cuando el aceite y el molde ya estén caliente, retiraremos el molde del aceite, sacudiremos un poco para eliminar el exceso de aceite y mojaremos el molde en la masa hasta llegar a la parte superior. Seguidamente freiremos con mimo y cuidado la flor introduciendo el molde por completo en el aceite. La flor debería soltarse sola, pero sino, ayudaros con la punta de un tenedor de cocina o cualquier otro útil con punta. Freiremos las flores durante 1 minuto aproximadamente por cada lado, pero mi consejo es que hagáis una y probéis. Os deben quedar doradas y crujientes. En cuanto una flor se haya desprendido del molde, debéis conservar el molde dentro de la sartén con aceite caliente ya que sólo si el molde está bien caliente nos saldrán las preciosas flores. Repetiremos el proceso hasta terminar con la masa.

Nota: si hacia el final veis que la masa se espesa mucho, podéis añadirle una pizca de agua hasta obtener la densidad del inicio.

Nota: en el caso de no hacer muchísimas flores el aceite estará en condiciones para una nueva fritura, así que una vez frio lo colaremos para una próxima receta. (Os anticipo que lo vamos a usar bien pronto con otra receta tradicional, esta vez de mi tierra).

Retiraremos las flores dela sartén y las colaremos sobre un papel absorbente de cocina para retirarles el exceso de aceite. En una bandeja tendremos preparado azúcar con una pizca de canela (si os gusta) y las rebozaremos antes de que se enfríen por completo.

Una vez tengamos todas las flores hechas y la cocina recogida sólo nos queda disfrutar de este delicado dulce.

Espero que os guste esta propuesta y os animo encarecidamente a probar nuevas recetas.