Avellanas garrapiñadas con miel, sal y tomillo

Hace unas semanas me agencié con una buena bolsa de avellanas crudas, con la cáscara y todo (por eso de tener más trabajo y comer menos), pero mi abuela (que es una santa) 

además me peló algunas y me las lleve en un bote de cristal.

Unos días más tarde, Loreto ( no la Virgen, sino la jefa del blog Sabores de Colores) me iluminó.

Nos invitaba a preparar unas almendras especiadas con miel y cayena. En el mismo momento en que veía la fotos y leía la receta me acordé de esas avellanas. Lo tenía que probar, pero como que en casa el picante no nos va demasiado y últimamente soy Madame Tomillo (porqué lo pongo en todos lados -menos mal que la planta me ha salido valiente y no deja de brotar y brotar-) me decidí a probar de hacer estos snacks, que seguro sorprenderán a vuestros invitados. Si os gustan los típicos y archifamosos cacahuetes fritos con miel y sal.....seguro que estas avellanas no se quedan atrás.

¿ Las probamos ?

Ingredientes:

200 gr de avellanas crudas

1 c/sopera de agua

2 c/soperas de miel

10 gr de mantequilla

1 c/sopera -muy muy rasa- de sal en escamas

1 c/sopera de azúcar

1 c/sopera de hojas de tomillo fresco

Preparación:

Precalentaremos el horno a 150-160ºC. Cuando coja temperatura hornearemos las avellanas por un periodo de 3-4 minutos vigilando que no tomen color. Las retiraremos y con cuidado de no quemarnos intentaremos quitar un poco la piel de las avellanas.

Nota: si las avellanas no os convencen, podéis hacer la receta con cualquier otro fruto seco. Sólo deberéis tener la precaución de usar frutos seco crudos, y en el caso de que sean horneados, no seguir el primer paso dónde se hornea el fruto.

En un cazo pondremos a calentar la miel, junto con el agua y la mantequilla. Cuando haya formado una especie de almíbar, añadiremos las avellanas, retiraremos del fuego y removeremos bien, para que se pringuen por todos los lados.

En un bol aparte, pondremos el azúcar, la sal en escamas y el tomillo. Una vez todas las avellanas estén pringadas por el almíbar de miel, las abocaremos en el bol, y las la ayuda de una cuchara de palo revolveremos bien para que se adhiera la sal, el azúcar y el tomillo a las avellanas.

Las extenderemos en un papel de horno, bien separadas y evitando que se queden enganchadas, y las introduciremos de nuevo en el horno durante 2-3 minutos, sólo queremos que se sequen.

Nota: Debemos estar muy atentos y ser muy rápidos en hacer este paso, ya que el azúcar y la miel podrían quemarse y amargar.

Retiraremos la bandeja del horno, colocaremos el papel de horno encima de la encimera de la cocina (es muy importante no dejar una fuente de calor debajo de las avellanas). Dejaremos que se enfríen por completo y ya podremos degustar este rico aperitivo. 

Para conservarlo es necesario hacerlo en latas de metal para evitar que se humedezcan y se pongan blandas. No las consumáis en un periodo superior a una semana. Es mejor hacer pocas y a menudo, así nos las comemos frescas.

Espero que os animéis a preparar vuestros propios snacks (aquí tenéis unas aceitunas muy originales)

Es cierto que nos roban más tiempo que abrir una simple bolsa y listos....pero y lo ricos y sanos que son.

Aun si ser unas garrapiñadas al uso, como todos conocemos, seguro que se podrán incluir en el recetario de las chicas de Memòries d'una cuinera de este mes de Octubre.