Migas manchegas

La receta de hoy no es una receta navideña, pero si es una receta familiar. 

Una receta de aquellas que cuando se hacen es para congregar alrededor de la mesa, al igual que ocurren en Navidad, es el reencuentro de familiares y amigos por eso hoy os traigo la receta de estas migas manchegas.

A pesar de no ser manchega, se puede decir que lo soy de "adopción", porqué Javier, el otro 50 % de este blog si lo es. Las migas me recuerdan a los buenos ratos que hemos pasado junto 

a los amigos y familia en Castilla la Mancha. 

A pesar de que nos encantan a mi me daba un poco de miedo prepararlas en casa ( se acabó). Sólo había visto hacerlas y las había catado, pero finalmente nos decidimos, aunque debo decir que tuve a dos manchegos de pura cepa al lado: mi suegra controlando el cotarro y mi suegro fue el brazo ejecutor. 

Desde aquí mil gracias a los dos, las próximas las hace al 100% la menda.

¿ Os apetecen unas migas manchegas?

Ingredientes (para 4 personas):

500 gr de pan de pueblo del día anterior

150 ml de aceite de oliva virgen extra

1-2 cabezas de ajo (depende de lo que os gusten)

Agua

Sal

     Para acompañar:

12-16 sardinas

6-8 pimientos tipo italiano

200 gr de panceta

2-3 pimientos choriceros secos

Racimo de uvas

1/2 chorizo 

Aceite de oliva 

Sal

Preparación:

La elaboración de las migas empieza un par de días antes de querer comer las migas. Debemos comprar un pan de pueblo y dejar que se siente un poco, ya que para cortar las migas necesitamos que esté un poco duro.

Nota: en algunos sitios dónde son típicas las migas venden bolsas con pan preparado para migas. Comprarlo, es mejor. Os ahorráis faena.

La víspera de prepararlas "rajaremos" el pan que consiste en cortar rebanadas finas de pan y luego cortar pequeños bastones, tal que así. En esta imagen veréis como deben quedar cortados.

En el caso de que el pan esté muy duro deberemos rociar con un poco de agua y dejarlo guardado dentro de un trapo de tela. Si el pan sigue blando, lo dejaremos cortado y sin nada de agua dentro del trapo toda la noche.

Empezaremos preparando los acompañamientos. Pondremos una sartén en el fuego con aceite. Lavaremos los pimientos verdes, les retiraremos el rabillo y las semillas y los partiremos a lo largo por la mitad (o en cuartos) y los freiremos. Una vez fritos los retiraremos y reservaremos. Con el aceite muy suave, freiremos los pimientos choriceros secos (que habremos lavado con un paño húmedo y les habremos retirado las semillas y el rabillo). Veremos que enseguida se hinchan. Sólo los freiremos unos 30 segundos por cada lado. Retiraremos y reservaremos. En el mismo aceite, freiremos las sardinas (que tendremos limpias de escamas, tripas y cabeza) hasta que estén doradas.

Nota: en el caso de tener ayuda en la cocina os podéis repartir las tareas e ir haciéndolo todo a la vez para que no nos queden los acompañamientos fríos, y sino otra solución es tener el horno caliente a 40-50ºC para mantenerlo.

Una vez tengamos los acompañamientos listos empezamos con la preparación de las migas.

Empezaremos desgranando los ajos y sin pelarlos les haremos un corte a lo largo. En un perol grande pondremos el aceite de oliva (150 ml) en el que freiremos la panceta (cortada en tiras). Cuando esté dorada la retiraremos y empezaremos a dorar los ajos y los crustones de pan ( podéis guardar las puntas del pan y cortarlos en trozos más grandes para freírlos como si fueran picatostes). Una vez bien fritas ambas cosas las retiraremos y reservaremos. Y ya podremos añadir las migas. Con el fuego fuerte sólo nos quedará ir revolviendo las migas continuamente con la ayuda de una cuchara de palo. Una vez estén las migas en el fuego, mezclaremos medio vaso de agua con una pizca de sal y se la añadiremos a las migas esparciéndola  bien. Ya sólo nos queda mezclar continuamente hasta conseguir que las migas queden sueltas y un poco tostadas por el exterior. Cuando estén a punto de terminar la cocción, añadiremos los ajos y la panceta al perol y revolveremos el conjunto. La mejor manera de saber que están lista es probarlas, así que no os cortéis.

Una vez listas, colocaremos el perol en el centro de la mesa y acompañaremos con las sardinas y los pimientos (verdes y choriceros) que ya teníamos fritos, junto con las uvas.

Cómo veis no es una receta muy complicada aunque se le tiene que coger el punto y son varias cosas de las que tienes que estar pendiente.  

Acompañadas por un buen vino tinto estas migas manchegas curan todos los males.

Deseo de corazón que esta receta tan humilde pueda hacer felices a todos los que rodeen vuestras mesas.