Hace una semana os traía las Flores
Manchegas, una receta tradicional manchega de Semana Santa, y ya os anticipaba
de que os traería más recetas tradicionales, y la primera es esta, los buñuelos
de Cuaresma de mi tierra: els Brunyols de l’Empordà.
Esta receta lleva muchos años es mi familia,
varias generaciones, y nos encantan. Son unos buñuelos sabrosos y muy
esponjosos. No son los típicos buñuelos que hay en las pastelerías, todos con
la misma forma, con agujero y con un tono idéntico; estos son caseros, de forma
irregular, sin agujero y el tono…pues según vayamos viendo que están listos.
A pesar de haber preparado todos los años
estos buñuelos en casa, junto a mi familia (porqué
hace algunos años nos juntábamos todos, hasta tres generaciones en la cocina,
unos formaban los buñuelos, otros los freían, las más pequeñas éramos las encargadas
del anís y el azúcar, y los más mayores quienes daban el ok catándolos) ésta
era la primera vez que los preparaba sola. Me hubiera encantado tener al lado a
mi madre o a mi abuela para que me fueran guiando, pero nos separan muchos kilómetros,
pero gracias a las nuevas tecnologías, el WhatsApp nos facilitó las cosas. Una
decena de fotos y una conversación monótona… “-Mama, ¿cómo lo ves?”, “-pon más
harina, la que te pida”, “-Mama, ¿cómo lo ves?, “-deja que leve un poco más”, “-Mama,
¿cómo lo ves?, “hazlos más grandes”, “-Mama, ¿cómo lo ves?, “-Muy bien”. Ese último mensaje me inundó de felicidad, lo
había superado, pero lo mejor de todo, fue cuando les traje unos pocos y me
aprobaron.
¿Os animáis a probar la receta de buñuelos de
mi familia?
Ingredientes (para unos 50-60
buñuelos):
Para la masa madre:
35 gr
de harina
25 gr
de leche
12 gr
de levadura fresca
1
c/postre rasa de azúcar
Para la masa principal:
500 gr
de harina
7 gr de
levadura
Masa
madre
40 gr
de azúcar
12 gr
de leche templada
5 gr de
sal
35 gr
de anís dulce
1
c/postre de matalahúva
Ralladura
de ½ limón
15 gr
de mantequilla en pomada
125 gr
de agua templada
4
huevos
Aceite
de girasol (para engrasar el molde)
Para terminarlos:
Aceite
de oliva suave (para freír)
Anís
dulce
Azúcar
Preparación:
Empezaremos preparando la masa madre. En un
bol pondremos la leche templada, desliaremos la levadura, añadiremos el azúcar,
y por último la harina. Debemos conseguir una masa lisa, sin grumos y fácil de
manipular. Formaremos una bola, la colocaremos en un bol pequeño o un tupper y lo taparemos con un film
transparente. Lo arroparemos con un trapo y lo dejaremos levar hasta que doble
el volumen. Entre 1:30- 2 horas.
Una vez tengamos la masa madre lista
empezaremos con la masa principal de los buñuelos. Separaremos las yemas de las
claras, y montaremos estas últimas a punto de nieve con la ayuda de unas
varillas (mejor eléctricas). En un
bol grande, o en el bol del robot de cocina con la K (no hace falta que os diga que si tenéis uno os ayudéis de él, os
facilitará las cosas), añadiremos el agua y la leche templada en la que
desliaremos la levadura fresca. Una vez esté bien disuelta incorporemos las
yemas de huevo, el azúcar, la sal, el anís dulce, la matalahúva, la ralladura de
limón, y la mantequilla. Una vez esté
bien integrado, cambiaremos la K por el gancho de amasar y añadiremos la mitad
de la harina. Dejaremos amasar a velocidad media, incorporaremos a pellizcos la
masa madre, seguiremos amasando a velocidad media añadiendo otra poca harina.
Cuando veamos que la masa madre se ha integrado por completo en la masa
principal, bajaremos la velocidad al mínimo y añadiremos las claras montadas.
Seguiremos añadiendo harina hasta que veamos que la masa se nos despega casi
por completo del gancho amasador.
Nota: Es posible que
tengáis que añadir un poco más de harina. El medio quilo es una medida
aproximada. Dependerá del tamaño de los huevos y del tiempo del día que los
hagáis.
Una vez tengamos la masa lista, engrasaremos
un bol o recipiente grande con aceite de girasol, añadiremos la masa en el
interior, lo taparemos con un film y lo arroparemos con un trapo grande.
Deberemos dejar levar la masa hasta que doble el volumen. Puede tardar un par
de horas o hasta cuatro. Dependerá del calor o del frío que haga ese día.
Debéis estar muy pendientes de ellos, ya que si se sobrefermentan no nos
quedarán bien.
Cuando
ya hayan levado, llenaremos una sartén honda o una olla amplia con el aceite y
cuando coja temperatura empezaremos a freír. Para formar los buñuelos, nos
untaremos las manos con una pizca de aceite y formaremos pequeñas bolas, las
aplanaremos un poco y las estiraremos con la ayuda de los dedos. Nos deben
quedar más finos por el centro, sin que lleguen a romperse y formar agujero. Los
freiremos por ambos lados hasta que estén bien dorados. Los escurriremos bien,
los pondremos encima de un papel de cocina para que absorbe exceso de aceite.
Nota: en el paso de
formarlos y freírlos es bueno que seáis dos personas, ya que si debéis
formarlos e ir girando y retirando los buñuelos sin que se os quemen será muy
complicado. Yo tuve la ayuda de Javier, y fue de agradecer.
Una vez los tengamos todos fritos, pondremos
anís en un plato y azúcar en otro, y los mojaremos con anís y los azucararemos
por ambos lados. Y llegado a este punto, ya sólo nos queda colocarlos en una
bandeja, sacarlos al centro de la mesa y acompañarlos con una copa de garnatxa
dulce o moscatel, o por qué no, una copita de cava fresquito.
Tener en cuenta que la gracia de los “brunyols
de l’Empordà” es que no haya un buñuelo igual y que no tengan agujero, eso son
rosquillas, o buñuelos a secas (no de l’Empordà),
así que hasta aquí la receta familiar de buñuelos. No es ni la mejor ni la
peor, es la nuestra, la que nos gusta,
la que llevamos generaciones haciéndola.
Deseo que os guste y os animéis a prepararla.
Cómo me gustan éstas recetas tradicionales Mar, me encanta recopilarlas y es que tenemos tal variedad y tal riqueza que estoy haciendo un trabajo de recopilación que ni te cuento, el Archivo de Indias de Sevilla se me quedaría pequeño para albergas las miles de recetas de dulces tradicionales que llevo guardadas desde hace años, así que otra más para el bote, pero necesito imprimirla, ya que las tengo en papel. Un besazo corazón y feliz tarde-noche...jajaja.
ResponderEliminarLes tradicions s'han de mantenir!! a casa també en fem cada any!! tenen molt bona pinta
ResponderEliminarapa, apa, apaaaaa.... no t'ha explicat ningú que això és pecat?????? Però un pecat boníssim d'aquells que conviden a repetir heheh
ResponderEliminarPTNTS
Dolça
Tienen una pinta estupenda y seguro que el sabor es delicioso! Un beso.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/
Guauuuu!! que bons i amb masa mare.. espectaculars!!!! Petons,
ResponderEliminarImposible comerse solo uno,tremendos Mar¡
ResponderEliminarPetons
Oh, quina delícia!!
ResponderEliminarQuè bons, Mar, i què tendres i esponjosos es veuen! Una recepta deliciosa amb records familiars no pot fallar mai. Petons.
ResponderEliminarUnos buñuelos irresistibles y deliciosos.
ResponderEliminarSi tu madre te dio el visto bueno es que realmente estaban de nota jejeje. Ya se ven en las pastelerías pero hechos en casa no tienen precio, me encantan. Besos guapa!
ResponderEliminarAna
Me animo, me animo!!! Qué ricos!!
ResponderEliminaraixxxxxxxxx, amb el que a mi m'agraden els bunyols... molts petonets!!! (m'agrada molt la nova imatge)
ResponderEliminarCada any en faig però he de probar fer-los amb massa mare, queden diferents? molt bons! Ptons
ResponderEliminary la razón de llamarles brunyols i no bunyols es por algo en concreto, o no hay razón? Me encantan los bunyols de l'empordà, pero como no los he hecho nunca, no tengo claras las diferencias con los de viento
ResponderEliminarComo siempre te han quedado espectaculaaaaaaaaaaaaaares yo he tenido la suerte de verlos terminados tambien por wasap y deseando estaba de que compartieras la receta de estos buñuelos de Cuaresma de ty tierra y tu familia hasta el nombre es bomito "els Brunyols de l’Empordà".
ResponderEliminarYa los he guardado en mi carpeta de pendientes eso si a ver cuando me podre poner con ellos , tendre que llamar a mi madre o sobrina para que echen una mano al freirlos asi que cuando los haga aunque no quedaran como estos tuyos te los enseñare.
Me encantaaaaaaaaan las fotos haceis un tamden perfecto J con la camara y tu con las presentaciones ademas de las recetas .
Bicos mil Catalana de mi cuore y feliz semana.
Estos van uno detras de otro!! deliciosos
ResponderEliminarBss
Has superado la ausencia de tu madre y de tu abuela divinamente, los "brunyols" tienen un aspecto divino, ese que nos enseña su interior es toda una tentación. Y gracias por compartir una receta tan ancestral...es todo un lujo.
ResponderEliminarUn biquiño guapa
Que ricos!!! para empezar y no parar!!! apuntadita queda!! Qué bueno!! Besitos
ResponderEliminarCarlos-Chocoboss
Buenísimos! Perfectos y seguro que riquísimos!
ResponderEliminarHola!! Jo segur que els provo de fer i més després d'haver tingut la sort de tastar-los i de saber que són boníiiiissims. Fins aviat!!
ResponderEliminaruna delicia los brunyols basta con aplicar un poquito de aceite de cáñamo y una delicia para el paladar
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