Pan integral de espelta con nueces y pasas

Me he lanzado. Después de algunos intentos panaderos, que pasaron sin más pena que gloria, éste pan que hoy os presento ha salido. ¡ Y como ha salido !

Utilicé la receta de Su, de Webos fritos, aunque he variado algunas cantidades para adaptarlo un poco.

El resultado de este pan es distinto al pan que solemos comer todos a diario. Tiene una miga húmeda, compacto, sin apenas alvéolos, pero con un color, olor y sabor especial. Quizás no es un pan de mesa para acompañar comidas, pero es ideal tostado con un buen aceite de oliva para los desayunos, o en rebanadas finitas y bien tostado para acompañar una terrina de foie o una tabla de quesos.

Como veis, ha resultado un pan precioso a la vista, tanto entero (gracias a la ayuda del banneton de mimbre que utilicé), como en rebanadas ( ya que le pusimos bien de nueces y pasas, así en cada bocado encontramos los frutos secos).

Si tenéis tiempo, no lo dudéis, hasta los más torpes (como yo) podemos lograr un pan estupendo para dejar boquiabiertos a nuestros comensales.

Ingredientes (para un pan de 1 kg aproximadamente):

250 gr de harina de fuerza

250 gr harina integral de espelta (en mi caso de cultivo ecológico)

350 gr de agua templada

4 gr de levadura seca de panadero

Una pizca de sal

50 gr de nueces troceadas

50 gr de pasas de Corinto (sin pepitas)

Algo más de harina para trabajar y el banetton

Preparación:

Empezaremos de un modo tan sencillos como mezclando las harinas y la levadura seca en un bol amplio. Mezclaremos las harinas y la levadura para que se integre bien, y acto seguido, iremos añadiendo agua (no toda). Iremos removiendo bien con una cuchara de palo, añadiremos la pizca de sal, y seguiremos añadiendo agua a medida que la masa nos la vaya pidiendo. Veréis que el resultado es una masa húmeda y algo pegajosa, pero eso le aportará un plus de humedad al pan cuando ya esté terminado, y será menos pesado.
Nota: Imagino que no debo deciros que si tenéis un robot de cocina  o una amasadora, que los utilicéis. Yo lo hice con un robot de cocina, y me ahorré mucho trabajo, pero os lo explico haciéndolo sin ningún tipo de ayuda, para que veáis que también se puede hacer.

Algo muy importante en esta masa, va ser trabajarla mucho rato, amasarla bien y darle la mayor cantidad de aire que nos sea posible. Os recomiendo trabajarla dentro del bol un mínimo de 10 minutos, más o menos. Seguidamente, le añadiremos las nueces troceadas y las pasas (aquí podriais poner lo que se os ocurriera: orejones, aceitunas deshuesadas, tomates confitados, cebolla....). Con las nueces y las pasas ya bien integradas, volcaremos la masa a una superficie limpia y algo enharinadas y amasaremos otros 10-15 minutos. Intentando estirar la masa y doblarla sobre si misma, de este modo aportamos aire a la masa.

En un bol amplio y algo aceitado, dejaremos reposar nuestra masa, para que haga su primer levado. Taparemos el bol con un papel de cocina o con un papel film y lo dejaremos que leve en un sitio templado y fuera de corrientes de aire. Como os he comentado en otras ocasiones, dentro del horno apagado es un sitio estupendo. Deberemos esperar que doble su volumen, unas dos horas aproximadamente.

Una vez tengamos el primer levado listo, volcaremos la masa de nuevo encima de una superficie limpia y enharinada, amasaremos otros 5 minutos para desgasificarla, y ya la tendremos lista para que haga su segundo levado. En mi caso, he utilizado un banetton de mimbre, que no tienen otra función que conseguir unos panes con un bonito aspecto exterior. También existen banettons de pulpa de madera, con los que podéis seguir los mismos pasos. Con los banettons, sólo deberemos espolvorear harina con un colador por encima, para que quede bien cubierto, añadir nuestra masa, taparlo con un film algo aceitado, y dejarlo dentro del horno para que leve de nuevo y doble su volumen, otras dos horas aproximadamente.
Nota: en el caso de que no tengáis estos moldes, también podéis hacer este pan. Todos en casa tenemos algún molde tipo cake (si queréis un pan alargado como el mio) o un molde redondo, incluso los de cristal que tienen algún detalle os pueden servir y decoraran (aunque no tan marcado) vuestro pan final. La única diferencia si utilizáis un molde metálico o de cristal, es que primero los engrasaremos con aceite o mantequilla y luego los enharinaremos bien. Dejaremos levar de igual manera hasta que doble su volumen.

Una vez tengamos nuestra masa levada, la retiraremos del horno, la protegeremos de posibles corrientes, y precalentaremos el horno a 200ºC. Cuando el horno haya alcanzado la temperatura deseada, deberemos volcar nuestras masas encima de la bandeja del horno, de tal manera que ni el banetton ni los moldes los vamos a introducir al horno. Deberemos hacerlo con decisión y un golpe fuerte para que se suelte la masa.
Introduciremos la masa en el horno y dejaremos cocer por espacio de 30 minutos aproximadamente a una altura media. Cuando haya pasado media hora, abriremos el horno, cogeremos el pan sin quemarnos, y le daremos unos golpes por abajo. Si nos suena a hueco, el pan estará cocido.

Lo retiraremos del horno, y lo dejaremos enfriar encima de una rejilla. Una vez bien frío estará listo para ser rebanado y consumido. Mi consejo es que lo rebanéis entero y lo congeléis en una bolsa de congelación, así, a medida que lo necesitéis y os apetezca comerlo, lo podréis poner directamente en la tostadora.

Como os he comentado al incio de la entrada, es un pan maravillosa para servir acompañado de una buena terrina de foie y un poco de mermelada de higos, o una estupenda tabla de quesos (ideal para posibles cenas más informales éstas Navidades).

Deseo que os guste, y sólo una cosa....

No le tengáis miedo al pan. Si a mi me ha salido bien....Os saldrá a todos.