Dorada rellena con salsa de vino blanco

Que os puedo decir de esta receta.... Que es simplemente espectacular.

Está rica, sana, es rápida de hacer (aunque entretenida), que sale bastante bien de precio y que puede ser una muy buena opción para sorprender a los vuestros éstas Navidades.

La receta inicial la vi en una de mis revistas Lecturas especial cocina de Navidad (que ya tengo una colección considerable, teniendo en cuenta que sale una por año y que sólo tengo 24 años.....Eso quiere decir que me empezó a picar pronto esto de la cocina). En la receta original la hacían con merluza y utilizaban cava en vez de vino blanco y le añadían bechamel.... Yo la he hecho algo más ligera.

¿ Os animáis con la receta ?

¡ Es de esas que podéis tener preparada de antemano y que con 15 minutos está lista !

Ingredientes (para 4 personas):

4 doradas de ración

100-120 gr de gambitas peladas 

1 puerro grande

2 zanahorias hermosas

4 cucharadas soperas (c/s) de vino blanco

Aceite de oliva virgen

Sal y pimienta

     Para la salsa de vino blanco:

1 cebolleta tierna grande

8 c/s de vino blanco

8c/s de leche evaporada (Ideal)

Aceite de oliva

Sal y pimienta

Preparación:

Empezaremos por uno de los pasos que yo considero más importantes: un buen pescado y bien limpio y fileteado. La dorada es un pescado que aun siendo de piscifactoría está de lujo, eso si, bien fresco y hermosa. Si tenéis un/a  buen/a pescadero/a de confianza, deberéis pedirle que os escame bien las doradas y que os la limpie en dos filetes, si por el contrario lo debéis hacer en casa, lo más importante, que tengáis un cuchillo bien afilado.

Una vez tengáis las doradas en filetes es muy importante que os entretengáis a quitarle las espines centrales con unas pinzas. Éste paso es entretenido, y se que hay gente que no tiene mucho tiempo para cocinar, pero menuda diferencia comerte un pescado relleno bien limpio o tener que estar sacándote las espinas de la boca cada dos por tres. No tardareis más de dos o tres minutos por dorada, así que vale la pena hacerlo. Una vez limpias las reservaremos.

Pondremos una olla con algo de agua a hervir. Retiraremos cuatro hojas, de las exteriores, del puerro, las lavaremos bien y en el momento que rompa el hervor las pondremos dentro de la olla para escandarlas y así romper un poco las fibras del puerro. Con cinco minutos será suficiente. Cuando veamos que están tiernas, las escurriremos y reservaremos.

Para el relleno, deberemos limpiar bien el puerro de los posibles restos de tierra que puedan quedar y cortarlo en juliana bien fina. Pelaremos las zanahorias, las cortaremos en tiras y luego haremos tiras bien finas. En una sarten hermosa, lo rehogaremos a fuego suave con un hilo de aceite de oliva, sal y pimienta (si os gusta). Transcurridos 10-15 minutos y veamos que las verduras empiezan a ablandarse, subiremos la potencia del fuego y añadiremos las gambitas peladas y les daremos un salteado muy rápido. Esperaremos que empiecen a cambiar de color, y seguidamente añadiremos el vino blanco, dejaremos que evapore bien el alcohol y reservaremos fuera del fuego.


En la bandeja del horno, pondremos un papel de hornear y colocaremos una mitad de las doradas, las salpimentaremos y las rellenaremos con el puerro zanahoria y gambitas, y taparemos con la otra mitad de la dorada (también salpimentada).

Ahora, con mucho cuidado, deberemos coger las hojas de puerro que habíamos escaldado, partirlas por la mitad a lo largo y las pasaremos por debajo de la dorada y cerrando por encima, como si hiciéramos un paquete (tal y como se ve en las fotos.

No es necesario hacerle un nudo, así quedan bien).
Rociaremos un poco de aceite de oliva por encima.


En este momento podemos hacer dos cosas:
     1) Tenemos invitados y las dejamos preparadas, para que en el último momento sólo le tengamos que dar un golpe de horno. Las podemos dejar en la nevera tapadas con un film.
      2)  Hornearlas directamente con el horno precalentado a 180ºC.
Nota: como os decía en la entrada de la receta, es una receta fácil de tener lista de antemano y acabarla en el último momento. 
Para cocerlas, sólo tendremos que tener el horno precalentado a 180ºC y dejarlas cocer unos 15-20 minutos, dependiendo del tamaño de las doradas (tener en cuenta que el relleno está perfectamente cocido y las doradas al no tener espinas se nos cocerán rápidamente).

Para acompañar el pescado, prepararemos una salsa de vino blanco bien ligera. Necesitaremos una cebolleta, que cortaremos a rodajas o a tiras (luego trituraremos la salsa), y la pondremos a pochar muy despacito con una gota de aceite de oliva y una pizca de sal a fuego muy bajo. Cuando la cebolleta haya trasparentado y se haya ablandado, subiremos el fuego, añadiremos el vino y dejaremos que evapore el alcohol. Pasados unos dos o tres minutos que haya hervido a fuego fuerte, añadiremos la leche evaporada (puede ser nata, aunque os quedará algo más pesado) y dejaremos cocer todo junto unos cinco minutos a fuego suave. Pondremos a punto de sal y pimienta, pasaremos a un vaso batidor y trituraremos bien. Reservaremos caliente hasta la hora de servir.

Ya lo tenemos todo listo para servir. Pondremos un poco de salsa de vino en el fondo del plato, colocaremos la dorada encima (debéis utilizar una espátula un poco larga para retirarlas de la bandeja del horno para no romperlas) y ya lo tenemos listo para comer. Para decorar podéis preparar un aceite de perejil (triturando con la batidora un poco de aceite con hojas de perejil) o con unos tallos de cebollino.

Sólo os queda disfrutar de este fantástico plato, con vuestra familia y/o amigos y regar lo con un rico vino blanco.

¿ Que os parece? ¿Os gusta ? Espero que sea de vuestro agrado.