Que os puedo decir de un bocado como este. Suave, cremoso, sabroso,....y con muchísimas calorías, ésta es la única pega de esta deliciosa tarta.
No he estado jamás en New York, bueno si, haciendo escala en el aeropuerto, pero eso no cuenta, pero esta tarta me tiene el corazón robado. Sola, con cualquier mermeladas, con chocolate blanco,....
Espero que os animéis a probarla ya que no tiene mucha dificultad y la podéis tener hecha del día antes.
Ingredientes (para un molde de 24 cm de diàmetro, para unos 6-8 personas):
Para la base:
150 gr de galletas maría o tipo digestive
40 gr de margarina
25 gr de polvo de almendra (o cualquier otro fruto seco)
Para la crema:
3 huevos
80 gr de leche condensada
200 gr de nata para cocinar
Ralladura de 1 limón
Interior de la mitad de una vaina de vainilla (opcional)
300 gr de queso crema (recomiendo Philadelphia)
Mermelada de arándanos y frambuesa (unos 200 gr)
Preparación:
Empezaremos precalentando el horno a 180 ºC.
Para la base picaremos las galletas con la ayuda de un triturador, hasta que nos quede un polvo fino, como arenoso. Mezclaremos dentro de un bol, el polvo de galletas y el polvo de almendra. En un recipiente apto para micro derretiremos la margarina unos 10 segundos. La mezclaremos con la galleta y la almendra y la trabajaremos para que quede todo bien integrado.
Con la ayuda de las manos, cubriremos el fondo del molde que vayamos a utilizar (os recomiendo que utilicéis un molde desmontable o uno de silicona, que os sea fácil manipular, es decir, que la silicona no sea demasiado rígida). Cubriremos bien el fondo del molde y también las paredes. Debemos ir haciendo presión para que quede bien compacto. También os podéis ayudar de algún vaso o cuchara grande. Introduciremos el molde con la base dentro del congelador y lo dejaremos que endurezca mientras hacemos la crema.
Para la crema, batiremos los huevos hasta que estén bien espumosos, seguidamente le añadiremos la leche condensada, a continuación la nata, la ralladura de limón y la vainilla, y por último la crema de queso. Batiremos bien todos los ingredientes de la crema para evitar que queden grumos.
Sacaremos el molde del congelador, verteremos la crema en su interior, y lo taparemos con un trozo de papel de aluminio, para que no nos reseque por encima.
Colocaremos la tarta en el horno y dejaremos que cueza unos 1 hora a 180ºC.
Pasado el tiempo de cocción, la dejaremos templar fuera del horno, y cuando ya nos esté caliente la reservaremos en la nevera hasta que esté bien fría. Como os he comentado, mejor de un día para otro.
En el momento de servirla, la retiraremos del molde (con muchísimo cuidado), la colocaremos en el plato de presentación y la cubriremos con la mermelada de arándanos y frambuesa.
Nota: en casa solemos utilizar la de arándanos y frambuesa porqué el contraste ácido de la mermelada con el dulzor de la crema es genial, pero podéis utilizar la mermelada que más os guste.
En otra ocasión haremos la de chocolate blanco, que también está de rechupete.
Dificultades con las que os podéis encontrar:
1) La base de galletas no se os compacte. No os preocupéis, tenéis que amasarla bastante rato, y a ser posible con las manos, ya que con el calor de las manos la margarina seguirá con temperatura y no se endurecerá. Si aún así no os parece suficiente compacta, añadir 10 gr de margarina.
2) Habéis hecho demasiada crema y no os cabe en el molde. Prohibida tirarla. Ponerla en moldes pequeños, un poco engrasado con margarina, y taparla igual que la tarta, a cocer al horno, pero eso si, lo tendremos menos tiempo, unos 20-25 minutos. Una vez cocida y frío, cortado a daditos y acompañado con membrillo, también cortado a dados, genial para un postre más ligero)
3) Cuando saquéis la tarta del horno se os ha quedado pegado el papel de aluminio en la crema. No hay problema, no os preocupéis. ¿No le vamos a poner mermelada encima? Ese defectillo sólo lo sabremos nosotros.
4) Os parece que la tarta no está bien hecha, se mueve mucho. No os equivoquéis, y no comentáis el error de cocerla más. Si comprobáis con un palillo y éste sale limpio, la tarta estará, aunque se mueva mucho. ¿No se mueven los flanes al sacarlos del horno, y luego están buenísimos? Pues esta tarta lo mismo.
5) ¿Tenéis más dudas? Escribirme, estaré encantada de ayudaros.
Espero que os guste, y os animéis a cocinar. Por cierto, si tenéis peques en casa estarán encantados en ayudaros con la base, eso de poder meter las zarpas en alguna masa les encanta.
tremendo y divino en boca esta muy rica esta tarta
ResponderEliminarbon cap de setmana siberiano
peto
bueno tendrá todas las calorías del mundo, pero solo con verla es que se te hace la boca agua.
ResponderEliminarMe encantan las tartas de queso y si llevan arándanos más. Tiene una pinta exquisita. Feliz fin de semana, Clara.
ResponderEliminarmira que e menjat pastissos de formatge, pero la new york no se si te gaire diferencia, almenys guanya molt pel nom! em guardo la teva recepta!! petons
ResponderEliminarM'encanta!!! És la meva tarta i postre, en genaral, preferida. I admet tantes variacions... T'ha quedat una foto deliciosa!
ResponderEliminarPetons
Te ha salido estupenda¡¡¡ yo he hecho de queso pero la new york aun no.....ya llegara.besicos
ResponderEliminarNo saps el que m´grada aquesta tarta, la he fet d´aquest tipus dues vegades i ara fa molt que no la faig, també em porto la teva recepta!!!petons
ResponderEliminarno fa falta que diguis res. Simplement m'encanten el psatissos de formatge!!!! petonets
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