El que no mata, engreixa: Tartaletas de frutas con crema pastelera y chocolate crujiente

La receta de hoy no es para nada complicada y no os descubrirá nada que no sepáis ya, pero teniendo en cuenta que es uno de los postres que más nos gustan, me apetecía que estuviera entre las recetas de este blog.

Prepararlas no os llevará más de media hora o tres cuartos, así que es ideal para prepararlas cuando tenemos prisa y queremos quedar genial. A mi me gusta más prepararlas en formato individual, ya que así a todos nos toca la misma fruta y no se nos rompe a la hora de partirla.

¿Os apetecen?

Ingredientes (para 6 tartaletas individuales -10 cm diámetro):

1 base de masa quebrada

100 gr de chocolate de cobertura

Para la crema pastelera:

1/2 litro de leche

1 rama de canela

Piel de medio limón

100 gr de azúcar

40 gr de maicena
4 huevos enteros

Fruta variada:

2 kiwis

2 mandarinas

12 uvas moradas grandes

1 cajita de frambuesas

1/2 cajita de arándanos

Preparación:

Empezaremos haciendo la crema pastelera ya que deberemos esperar que esté fría (o templada si vamos con mucha prisa) para utilizarla.

En un cazo pondremos la leche, el azúcar, la canela y la piel de limón a infusionar a fuego medio. Dejaremos que hierva, el fuego al mínimo y lo taparemos. En un bol batiremos los huevos con la maicena, y le añadiremos la leche que habremos colado. Mezclaremos bien y lo llevaremos de nuevo al fuego para cocer la crema y conseguir que espese. La dejaremos cocer unos cinco minutos a fuego medio evitando de que hierva. Cuando tengamos la crema con el espesor que queramos la retiraremos del fuego y la pondremos en una bandeja amplia para conseguir que se enfríe con más rapidez.

Precalentaremos el horno a 200ºC. Estiraremos la masa quebrada con la ayuda de un rodillo y la dividiremos en seis porciones. Con mucho cuidado cubriremos los moldes de tartaleta evitando estirar demasiado la masa, (ya que si no somos cautos en éste paso la masa se nos puede "encoger" en el momento de cocerla.

Para evitarlo tenemos que tener varios puntos en cuenta:

1) no estirar demasiado la masa

2) pinchar la masa con la ayuda de un tenedor

3) ponerle peso encima a la hora de cocerlas, lo que se conoce como cocción en seco. Podemos utilizar garbanzos o cualquier otra legumbre con peso para evitar de que la masa suba.

Pero lo que más me gusta a mi es ayudarme de otro molde de tartaleta; es decir, cubrir un molde con la masa ayudándonos de los dedos para que coja bien la forma, pinchar la masa con un tenedor, poner un trozo de papel de horno y presionar con otro molde. Con ésto conseguiremos que las tartaletas no nos suban y no se nos deformen.

Las pondremos a cocer a 200ºC durante 10-15 minutos. Pero recordar, ir vigilando que cada horno es un mundo. Una vez cocidas, las retiraremos de los moldes y las dejaremos enfriar encima de una rejilla.

Mientras se nos templan las tartaletas fundiremos el chocolate. En un bol apto para el micro ondas, trocearemos el chocolate y lo fundiremos en el microondas con intervalos cortos de 30 segundos para vigilar que el chocolate no se nos queme. Una vez bien fundido, nos ayudaremos de una cucharilla y cubriremos toda la base de las tartaletas.

Nota: con esta capa de chocolate a parte de conseguir un toque crujiente y un bocado exquisito, conseguiremos que la masa quebrada no se nos humedezca en exceso por la crema. Es decir, es un truco genial si tenemos que preparar esta receta por la mañana y consumirla por la noche.

Cuando el chocolate haya endurecido rellenaremos con la crema pastelera y cubriremos con la fruta que ya tendremos preparada. En este caso, los kiwis pelados y cortados a rodajas, las mandarinas peladas y separada por gajos, las frambuesas y los arándanos limpios y las uvas lavadas, cortadas por la mitad y limpias de pepitas.

Nota: si no vais a consumir las tartaletas en pocas horas, os recomiendo cubrirlas con un poco de gelatina. Con la mitad de un sobre de gelatina neutra (seguir las instrucciones de cada fabricante) y una cucharada sopera de azúcar glass (que añadiremos una vez tengamos la gelatina lista pero caliente), dejaremos que se temple y antes de que empiece a cuajar, con la ayuda de un pincel les daremos una capa de brillo.