Blinis con salmón ahumado y crème fraîche

Los blinis son unas tortitas que sirven de base de muchas elaboraciones y  proceden de las cocinas rusa, bielorrusa, ucraniana y polaca. Es muy típico acompañar estas tortitas con crème fraîche y caviar. (Y seguro que con una copa de champagne en la otra mano).

La receta de hoy es un aperitivo que puede servirnos para cualquier ocasión, ya que podemos acompañarlo de lo que más nos guste, dulce o salado. En esta ocasión me he decantado con uno de los ingredientes que más me gusta usar en aperitivos: el salmón ahumado que en casa nos encanta.

Es una muy buena opción de cara a los aperitivos de Navidad (porqué aunque creamos que queda 

mucho tiempo, está a la vuelta de la esquina y si tenemos varias comidas/cenas previstas 

tenemos que ir pensando en que hacer).

¿ Os apuntáis al aperitivo ?

Ingredientes (para 14-16 blinis):

120-150 gr de salmón ahumado

Eneldo picado

1/2 limón

     Para los blinis:

175 gr de leche

125 gr de harina

40 gr de mantequilla derretida

1 huevo mediano

1 c/ de postre de levadura química (tipo Royal)

30 gr de azúcar

Pizca de sal

     Para la crème freîche:

4 c/ soperas de crème freîche (o queso batido)

Unas gotas de limón (al gusto)
1/2 c/ de café de mostaza Dijon

1 c/ sopera de eneldo picado

Preparación:

En un cuenco batiremos el huevo, añadiremos la leche y la mantequilla derretida e integraremos bien. Con la ayuda de un colador tamizaremos la harina junto con el azúcar, la sal y la levadura. Mezclaremos bien hasta obtener una mezcla sin grumos. Lo taparemos bien con papel de film y lo dejaremos reposar en la nevera un mínimo de media hora.

Mientras nos reposa la masa prepararemos la crème freîche. En un bol mezclaremos el queso batido (o crema fresca), la mostaza, el eneldo picado, junto con unas gotitas de limón. Reservaremos en la nevera.
Nota: mi recomendación es que no pongáis demasiado limón. Es mejor servir los blinis terminados junto con gajos de limón y si alguien quiere añadir más cítrico podrá hacerlo a su gusto.

Para empezar a hacer los blinis, calentaremos una plancha o una sartén amplia. Removeremos la masa, y la vaciaremos en un biberón (es mucho más cómodo para dosificar, aunque si no tenéis también podéis usar un cucharón). Cuando la plancha esté caliente, bajaremos a fuego medio, untaremos con un poco de mantequilla y empezaremos a hacer los blinis. Pondremos una cantidad de masa (ya veréis que se extiende y veréis el tamaño con el que quedan) y dejaremos cocer. Veremos que se van formando burbujas en todo la parte superior. Pasados 2 minutos aproximadamente, con la ayuda de una espátula les daremos la vuelta y dejaremos que se doren (otro minuto aproximadamente) por la otra parte. Repetiremos la operación hasta acabar con la masa.
Nota: para que se mantengan templados, colocarlos todos en un plato y cubrirlos con un trapo de algodón.

A la hora de servir, solo tendremos que cortar el salmón en trozos más pequeños (de cada loncha de salmón ahumado he sacado 3 trocitos). Colocaremos los blinis en el plato, colocaremos el salmón encima (podéis jugar con las formas), y acabaremos con una gota de crème freîche. Decorar el plato con gajos de limón, que harán una doble función: decorativa y por si alguien quiere añadirle un toque cítrico.

¿Que os parece este aperitivo? Fácil, sabroso y resultón, ¿verdad?

Animaros a probarlo y seguro que se os ocurren un montón de combinaciones ricas para presentarlos en vuestras mesas.