Tarta Postre de músico

Muchos os preguntaréis el porqué de este nombre a una simple tarta de frutos secos. Seguro que muchos bloggers catalanes sabrán por donde van los tiros.

Aquí en Catalunya es muy típico lo que llamamos "Postre de Músic" (postre de músico) que consiste en un platito con frutos secos variados, que la tradición viene, porqué es lo que se ofrecía a los músicos cuando tocaban por las calles durante las Fiestas de los pueblos.

Mis padres hace año que preparan este postre en el restaurante, y así que pensé en preparar esta tarta para la propuesta del mes de Noviembre de Whole Kitchen.

Whole Kitchen en su propuesta Dulce para el mes de noviembre, nos invita a preparar una masa básica en pastelería: Pasta Sablé.

Ingredientes (para 6 personas) (molde 18 cm):

     Para la pasta sablé/pasta quebrada:

125 gr de harina

65 gr de mantequilla, a temperatura ambiente

1 huevo pequeño

1 pizca de sal

     Para el relleno:

Cabello de angel

Almendras tostadas

Avellanas tostadas

Nueces

Pasas

Piñones

1 hoja de gelatina

Agua

Preparación:

La pasta quebrada es muy fácil, más incluso que salir al supermercado a comprarla. En un cuenco mezclaremos la harina con la mantequilla, que habremos cortado a daditos y dejado a temperatura ambiente durante una hora (así estará blandita). Debéis trabajar con las manos e ir chafando la mantequilla con la harina. Os quedará con un tacto granuloso, como si fuera arena, más o menos. Añadiremos una pizca de sal y un huevo batido, mezclaremos todo bien, pero sin trabajar la masa demasiado. Cuando lo tengamos todo bien integrado, formaremos una bola, la taparemos bien con papel fil y la dejaremos reposar en la nevera mínimo 1 hora para que la mantequilla endurezca.

Nota: podéis tener preparada la pasta quebrada con antelación (hacerla la noche anterior por ejemplo) y tenerla guardada en la nevera. Bien tapada os durará 1 día sin problema; eso si, tener en cuenta que si la dejáis mucho en la nevera cuando la vayáis a trabajar eso será una roca. Tener la precaución de sacarla de la nevera una media horita de poneros manos a la obra y listo.

Cuando la masa ya esté reposada, la estiraremos con un rodillo y la extenderemos encima del molde, un poco untado con mantequilla. Recortaremos los picos sobrantes de pasta, con la ayuda de un tenedor pincharemos toda la base y le colocaremos algo de peso encima (legumbres, por ejemplo. Os aconsejo que tengáis unos cuantos garbanzos o judías -que obviamente reutilizaremos infinitas veces- solamente para éstos fines) y lo meteremos en el horno, que tendremos precalentado a 180ºC, y dejaremos cocer durante 20 minutos.

Dejaremos enfriar la base y mientras iremos pelando las almendras y las avellanas. Cuando la base esté fría la rellenaremos con el cabello de ángel (hasta la mitad, aproximadamente) y luego iremos colocando de manera ordenada, círculos de frutos secos. Mi orden ha sido, de fuera hacia dentro): almendras, avellanas, nueces, pasas y piñones.

Volveremos a colocar dentro del horno otros 5-8 minutos a 180ºC para que los frutos secos se tuesten un poco. Retiraremos y dejaremos enfriar.

Por último, para que nos quede la tarta más compacta y con un brillo final bonito, pondremos a remojo con agua fría la lámina de gelatina. En un cazo pequeño pondremos tres cucharadas soperas de agua y dejaremos que hierva. Lo retiraremos del fuego, añadiremos la gelatina remojada y disolveremos bien. Con la ayuda de un pincel esparciremos la gelatina por encima. Dejaremos que enfríe y solidifique y ya tendremos un postre de lujo para acompañar con un buen vino dulce (garnatxa o moscatel) o una copita de buen cava.

Espero que os guste.